Hacia una mayor igualdad socioeconómica
El estrato socioeconómico, que remite a las posiciones de las personas en la estructura social, refleja la desigual distribución de los recursos, activos productivos, propiedad y poder. Las personas de los estratos bajos tienden a enfrentar diferentes grados de exclusión que se manifiestan en la falta de acceso al trabajo, la protección social, la educación y la salud, así como a la participación social. Dicha exclusión limita su ejercicio de derechos y el desarrollo de sus capacidades, lo que es necesario revertir bajo un enfoque de derechos humanos.